martes, 8 de junio de 2010

Se baja el telón

Fin de la obra. Toca ponerse ante el espejo y mirar de frente, recordar que existe presente y escupir lo callado para no terminar de pudrir lo olvidado.

Mil intenciones, mil silencios y una sola realidad. Das un paso, miras hacia abajo y miras de tras, ves gente conocida que te sigue, gente que te acompaña en este viaje. Al final el camino no se recorre solo y uno se da cuenta de que vale más la pena confiar que lamentar.

Demasiadas preguntas para una sola vida y demasiadas respuestas sin querer escuchar, el mayor tesoro de la vida es la mayor enfermedad y por mas que uno grite ser infectado la sombra del desahogo pasa de largo sin dudar.

Cuando uno cree estar jodido llega el día en que descubre que está doblemente jodido y sin pensar en como pudo pasar caminas con el dolor de no poderlo soportar.

Te toman por loco, te toman por tonto y tras callar más que gritar pones la cara para no tener que pronunciar aquello que más fácil sería deletrear.

Se oyen los aplausos del consuelo y el entendimiento, los sinceros y los de cumplimiento, y tras agachar la cabeza por última vez, miras al fondo y cuantas diez porque tras una amarga función el único consuelo es dejar caer el telón.

martes, 13 de abril de 2010

Rompecabezas intratable

Los sentimientos afloran, la ignorancia se cierne, imagina un mundo correspondido donde las tonalidades oscuras sean simples desavenencias del tiempo.
La existencia debería ser un regalo fácil, apetecible, agradable y no un rompecabezas puesto boca abajo donde uno está expuesto a lo aleatorio, al desconocimiento, es decir, al todo.


Los días tienen derecho a cambiar, a corregir sus estados de ánimo, pueden salir altivos, seguros e imparables, pero en otros momentos les apetece esconderse en sus pensamientos, tomarse un descanso, coger fuerzas y sopesas las elecciones tomadas. Ya se ha levantado una pieza y no hay vuelta atrás, toca hacer el esfuerzo de levantarse y enfrentarse al premio. Difuminas lo malo y sonríes, dejando patente la felicidad ficticia. Miras a lo que pudo ser, a lo que te gustaría que fuera y te preguntas… ¿Por qué yo no?, ¿acaso hice trampas en mi partida anterior?


Te da por pensar, valorar aun más lo que tienes enfrente, sabes que esa pieza siempre estará boca abajo pero por lo menos ella sabe que existes, te resignas y sabes que esta es tu victoria, no la victoria de cada uno pero si la que te ha tocado recibir.


Te levantas un día más, miras por la ventana y te fijas si esta vez le ha dado por levantarse altivo o agotado, en realidad te da igual, porque lo único importante está dentro de ti, en el fondo sabes que tienes la suerte de saber la existencia de dicha pieza y que pese a estar boca abajo puede hacerte del día un día diferente.

Saludos, amigos lectores.
Raúl

jueves, 25 de marzo de 2010

Un destello de luz mostrando una puerta. Tú tienes la llave


“En ocasiones las palabras para animar a un amigo desconsolado son inútiles, pero sin embargo, una lagrima de los ojos de la persona que te está ayudando te dicen muchas más cosas que las palabras son incapaces de transmitirte.”


Cuando ya lo creías todo perdido, cuando ya no podías encontrar la solución a nada y seguías triste, cuando el aliento te ha faltado hasta tal punto de estar a punto de ahogarte y de terminar fatigado, lo único que deseas es que te pase algo bueno, algo diferente, una especie de pequeño milagro...

Me levanté y miré por la ventanilla aquel paisaje lleno de ruido que se extendía hasta donde mis ojos no podían llegar. Una capa uniforme cubría todas las calles a los dos lados de la vía. La nieve era un manto sobre el que se imprimían todo tipo de huellas, tanto de hombres, animales y árboles relatando la vida de aquellas aceras. El frío helaba mis manos calientes cuando tocaban el cristal y mi calor hacía que se empañara con la forma de mis manos.

El futuro era incierto, nadie podría prever lo que ocurriría allí, en mi destino, ni el fantástico Sherlock podría haberlo hecho. Mi alma en esos momentos poseía cierto carácter de nerviosismo, de inquietud, de malestar. En cuanto pisé el suelo gris de aquel sitio mi corazón estalló en un continuo vaivén frenético, incluso a veces deseando no estar allí. Como me equivocaba, que poco confiaba en el futuro...

Compararé este momento de mi vida con una búsqueda. Históricamente a la pirita se le ha llamado “el oro de los tontos”. La pirita es un mineral relativamente abundante y de color dorado y muy brillante. La gente antiguamente lo confundía con oro, de ahí que se le pusiera ese nombre. Este mineral es un sulfuro de hierro que no tiene mucho valor, sin embargo lo que la gente buscaba era Oro. Pues amigos, yo he hecho un viaje para buscar pirita, y cuando me he dado cuenta, resulta que lo que tenía en las manos era ORO, y además de muchos quilates. Me podría haber hecho ilusiones creyendo que tenía oro, y al valorarlo me dirían que era un simple sulfuro de hierro, pero es que lo que he encontrado ha sido oro, y sé cuanto.

Ese oro es una persona, una persona que me ha demostrado muchas cosas y ha estado a mi lado desde que me conoció. Ha sabido apreciarme aun cuando yo no lo he hecho ni conmigo mismo y se ha preocupado por mí mucho más de lo que yo me he preocupado por mí mismo. No hay persona más ciega que la que no quiere ver.

Ella ha seguido ahí en un momento de mi vida que no creía en casi nada, ni en la amistad, y ella sin pedirle nada a cambio me ha dado muchísimas cosas, cuando yo creía que eso era imposible que pasara. Me di cuenta de que un gesto puede decirte y expresarte muchas más cosas que muchas palabras cuando te intentan consolar. Era lo que necesitaba, en ese momento me di cuenta de lo que tenía delante, y cuando por fin lo entendí lo único que pude hacer fue sonreír, sonreír como un tonto.

«Y sobre un mar de confusión salen a flote algunos errores y faltas. He caminado mucho y me encuentro cansado, pero tranquilo. Tan sólo quiero darte las gracias, que disculpes mi larga tardanza. Amiga Risa, hermana Nostalgia, madre Alegría, dulce Esperanza, ahora que el viaje termina, me invade la calma »

Espero que consiga animarte un poquito en estos momentos negros ANNN :D



Raúl, el vago.